jueves, 22 de diciembre de 2011

Sobre manila con poemas I

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.


 



MADRIGAL

Tu vientre sabe más que tu cabeza
y tanto como tus muslos.
Esa es la fuerte gracia negra
de tu cuerpo desnudo.
Signo de selva el tuyo,
con tus collares rojos,
tus brazaletes de oro curvo,
y ese caimán oscuro
nadando en el Zambeze de tus ojos.

Nicolás Guillén

MIA

Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?
Mía: luz del día;
mía: rosas, llamas.

¡Qué aroma derramas
en el alma mía
si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!

Tu sexo fundiste
con el sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.

Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?

Rubén Darío

 

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