sábado, 9 de junio de 2012

¿Quién maneja mi vida?

De: Aurora Digital
Buscador Aurora
2001

Querido Dr. Barak:

¿Quién maneja mi vida?

En un viaje al sur del pais, Ud. nos dió una charla muy amena, al personal del ministerio, una mañana en Mitzpe Ramon. Todos quedamos impactados por sus palabras, su optimismo y sus conclusiones a través de su experiencia en su práctica médica.

Me atrevo a molestarlo hoy para preguntarle y pedirle algunas líneas y decirme: ¿Qué o quién maneja mi vida? ¿Es mi corazón, es mi mente, es mi genética, son mis hormonas?

Con cariño y a través de un beso lo quiere.

Deganit (Jerusalem)

Querida Deganit:

Fascinante tu pregunta. Interesante y atractiva tu curiosidad.Sin pensar mucho, mi respuesta rápida y espontánea tendría que ser: ¡Dios maneja tu vida! Sería una buena respuesta porque tendríamos a quien echarle la culpa, si nos va mal y aplaudir nuestras decisiones si nos va bien.

El vivir, Deganit, es una actividad propia de los seres orgánicos que se caracteriza por "nacer, crecer, reproducirse y morir". Es un fenómeno de profundo misterio, que la ciencia aun no logró develarlo.

Cada una de estas etapas es un mundo complicado manejado por mil "choferes", uno distinto del otro y a su vez el uno dependiente del otro. En la Edad Media se decia que la vida es el "fruto del equilibrio biológico, químico y físico, hormonal, motor y cognitivo del universo" y sus habitantes son creados de acuerdo a las mismas leyes que rigen en la composición de la materia, tanto la orgánica como la inorgánica. Así se demostró que todos los organismos vivos se hallan formados por células y en cada una de ellas las manifestaciones, aunque en escala reducida, se comportan igual al "todo", es decir, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Es prodigioso, porque el vivir de estas células en su ritmo, en frecuencia y en tiempo es lo que al final, nos dicen de la edad del todo. Aunque allí no comienza ni termina el proceso y esta edad "del todo" es también manejada por ti. Si, Deganit, en tus manos y en tu estilo de vida, en tu entorno, en tu genética, de ti y en ti dependerán tus años de vida.

La escuela española encabezada por el Profesor Carrel, compara nuestro organismo a un edificio que se va construyendo por sí mismo, sin obreros, fabricando él mismo también los materiales, los supuestos ladrillos que se van ensamblando hasta producir los sólidos tejidos que nuestro cuerpo necesita y así fabricar tejidos suaves y delicados como también tejidos fuertes y resistentes como son los músculos y los huesos.

Este proceso, Deganit, no es un episodio aislado, todo al contrario, tiene necesidad absoluta de aprovechar cada partícula y a cuantos encuentra en el camino para utilizarlos en continuar la construcción y la edificación que le permitan así vivir y perdurar y continuar construyendo para volver nuevamente al ciclo de la edificación. Este proceso tan importante en nuestra vida, se llama "nutrición", y es lo que nos caracteriza a los seres vivos.

El animal necesita de un ambiente apropiado, de un entorno rico en elementos y substancias alimenticias como es el agua, el aire, el calcio, el fósforo y si no los encuentra en el ambiente, su existencia y su vivir se hace imposible.

El ciclo vital comprende tres períodos fundamentales:
Nacimiento, reproducción y muerte. Todo ser en cuanto nace tiende a crecer y evolucionar hasta su madurez, luego se reproduce y por último decae hasta perecer. Cada período es variable en tiempo y es el período que se halla supeditado a las condiciones genéticas, hereditarias y a las condiciones físicas del medio ambiente y de sus condiciones sociales y sus hábitos y costumbres, su alimentación en cantidad y
calidad, etc.

Las condiciones genéticas o las llamadas hereditarias, provienen de la influencia que la salud o la falta de salud de los progenitores ejerce sobre los descendientes.

Cuando los padres adolecen de alguna enfermedad o anomalía, suele trasmitir al nuevo ser, no siempre la enfermedad en sí, sino su "tendencia, la inclinación" en adquirir la enfermedad en algún momento de la vida. Así hoy los genetistas nos dicen que la diabetes, las enfermedades cardíacas, la presión arterial y aun el cáncer tienen un elemento genético que deja su marca y si el descendiente no ejerce un estilo de vida de acuerdo a las reglas admisibles, puede en algún momento de su vida despertar su actividad genética y hacer su aparición.

Es bien conocida la transmisión de cada una de nuestras facetas en lo físico, en el carácter y la personalidad. Quién no ha exclamado: "Mira, tiene el color de ojos de papá y la sonrisa de mamá, el cabello de la abuela y el carácter del abuelo".

Freud ha dicho que "heredamos" también los tantos "idiomas", en el caminar, en el hablar y en el expresar las emociones y sentimientos.
Eres igual a papá, decía mi abuela.

La genética, Deganit, bien puede en muchos casos ser " el chofer y el guía" de nuestra vida.

No lo podemos anular, pero lo que sí podemos es disminuir sus efectos negativos si exaltamos los otros elementos, los positivos que manejan nuestro vivir.

Un segundo elemento es el medio ambiente y las condiciones donde vivimos. Es lo que tiene relación con el medio geográfico, con el territorio, el clima y la situación donde vivimos.

Todos los seres vivos estamos dotados de propiedades especiales de adaptación al lugar en que tenemos que vivir y ello significa utilizar todos los elementos que la naturaleza nos ofrece como también desarrollar nosotros mismos, mecanismos de defensa para no sucumbir ante un medio desfavorable y hasta peligroso.

En la lucha por la existencia los individuos mas débiles perecen por el acoso de los mas fuertes. Asi nació la teoria de la "selección natural de las especies", siendo los vegetales los mas perjudicados en esa lucha. Otro elemento notable de la adaptación es el vigor procreativo en conservar la especie. Cuanto mayor el peligro en ser destruido y no sobrevivir, mayor es el poder de reproducción.

La naturaleza es sabia y nos protege. Otros factores que manejan tu vida son las condiciones sociales. Son aquellas que manejan y establecen tu "habitat", es decir el modo y la forma de tu vivir, de tu acomodarte en la sociedad, tanto en relación de familia como en tu mundo social. Esta faceta de tu vida puede ser tan inportante que permite, Deganit, en muchos casos, transformarte en un genio, en un virtuoso, en un coloso si estimulas tus condiciones positivas, tu voluntad y tus talentos.

Recuerda que una buena comunicación, el estudio, tu conducta, tu curiosidad, tus emociones, tu creatividad, tu pensar y tus bondades, pueden hacer el milagro de, además de nacer y crecer, también ayudar y transformar tu genética para trasmitir a tus hijos, además de lo justo, también lo ético y estético, la belleza y su brillo, la razón y su equilibrio, la creatividad, su genio y su figura.

Aquí tienes, Deganit, brevemente expuesto la fórmula y la receta. Saca tus propias conclusiones. Dios puede ayudar un poco en manejar tu vida, pero de ti depende tu vivir. Mi vivir, Deganit, me enseñó que acercándome al dolorido, al conversar con él, al aliviar su dolor, al dedicarme con tolerancia y amor, logré sacar de las aguas profundas de la frustración y la angustia al sofocado y traerlo al mundo abierto del aire y del sol.

No vivas ni actúes de acuerdo a tu documento de identidad.
Elabora en ti actitudes jóvenes y serás joven. Camina derechita, con la cabeza en alto, mirando hacia adelante y no al piso. Utiliza tu gracia, tu idioma corporal en el caminar, en el sentarte y en todos tus movimientos. Habla en voz alta, sin gritar, maneja tu misma tu vida. Modula tu decir. Agrega una sonrisa. Haz partícipe en tu decir a tus ojos y a tu rostro.

Esto es juventud y esto es manejar tu vida. Tu mirada es tu otro idioma. Una mirada sin vida, expresa tristeza. Persiste en el sonreír y agrega timbre y melodía a tu decir. Mi vida la maneja mi familia y los tantos amigos que tengo. Maneja mi vida también mi preocupación por lo injusto, por la pobreza y el dolor humano. Lucho por la verdad, por lo justo, por la decencia y el amor.

Soy feliz porque vivo motivado y agradezco a mi genética y a mi dichosa vida social. Ellos manejan mi vida.

Te besa
Cecilio
Dr. Cecilio Barak       

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